La temporada 2025 del WRC no podía terminar de otra manera: con drama, arena y una definición que quedará marcada en la historia. En el Rally de Arabia Saudita, Sébastien Ogier selló su noveno campeonato del mundo, igualando a Sébastien Loeb, mientras que Thierry Neuville se llevó la victoria del evento para cerrar su año con un suspiro de alivio.
«Muy especial. Ha sido una temporada durísima con una victoria inesperada. La familia también estuvo ahí para apoyarnos; no pudo haber sido mejor. Tenemos mucho trabajo por delante para prepararnos para el año que viene. Seguiremos luchando y ojalá consigamos todo el apoyo para estar listos para el año que viene», afirmó Neuville.
El francés inició la última jornada con apenas una posición de ventaja sobre Elfyn Evans y una diferencia mínima de puntos. En la penúltima pasada por Asfan, cuando la presión era una pared, saltó del sexto al tercer puesto en la general, dando el golpe que encaminó su coronación. Después, la Power Stage solo exigió administrar, asegurando el título.
En ese mismo instante, Vincent Landais también levantó su primer campeonato del mundo como navegante. Para una dupla que corrió un programa parcial —con tres ausencias—, la estadística es brutal: ganaron más de la mitad de los rally que disputaron y lideraron el ranking de victorias de etapa en toda la temporada.
«¡Que temporada, sin duda! ¡Qué lucha con Elfyn y Scott! Nos han llevado al límite hasta el último momento del año. Ha sido una temporada exitosa para todo el equipo. ¡Estoy orgulloso de formar parte de esta familia!», expresó Ogier.
La jornada final fue un terremoto. Mārtiņš Sesks y Kalle Rovanperä pincharon en plena acción, Takamoto Katsuta volcó su GR Yaris Rally1 y Evans avanzó, pero no lo suficiente. El galés, otra vez, quedó subcampeón. Por quinta vez. Y esta vez por apenas cuatro puntos.
Mientras tanto, Thierry Neuville completó un sábado impecable para quedarse con la victoria. Su primer triunfo del año llegó tras superar a Sesks en la mañana y resistir luego los problemas de amortiguadores en los últimos kilómetros. Adrien Fourmaux completó el 1-2 para Hyundai, aunque con una espina: la penalización del viernes lo había dejado sin la posibilidad de luchar por su primera victoria en el WRC.
Sami Pajari firmó un cuarto puesto sólido tras recuperarse del cambio de rueda del viernes, apenas por encima del Toyota dañado de Katsuta. Evans y Rovanperä terminaron sexto y séptimo, cerrando un fin de semana tenso para Toyota, aunque con la tranquilidad del título asegurado.
Entre las grandes historias del rally quedó, sin dudas, Mārtiņš Sesks. El piloto de M-Sport Ford ganó cinco tramos, lideró la general y mantuvo en vilo a toda la categoría. Su doble pinchazo en Asfan lo retrasó casi ocho minutos y lo dejó fuera de la competencia antes de la última especial. Con su abandono, Grégoire Munster y Josh McErlean heredaron el octavo y noveno lugar, mientras que Oliver Solberg cerró el top ten.
También hubo festejo sudamericano: Diego Domínguez, junto al español Rogelio Peñate, cerraron una temporada firme en la WRC2 Challenger terminando terceros (P3) en Arabia Saudita y asegurando un cierre de año tan consistente como prometedor para 2026.
Con este cierre vibrante, el WRC ya mira hacia adelante: la temporada 2026 comenzará en Montecarlo, del 22 al 25 de enero. Pero antes de pasar página, queda claro quién manda: Sébastien Ogier, nueve veces campeón…el adiós de Kalle Rovanperä, tras dos bicampeonatos, y el hasta luego de Ott Tänak, el campeón de la temporada 2019.
Por Belén Bustos
Créditos fotográficos: Sébastien Ogier X
